Gómez Rufo reflexiona sobre el prodigio de la visión y el escritor.
Antonio Gómez Rufo
Escritor
Los ojos son, para los escritores, herramienta esencial de trabajo. Con ellos observamos y podemos interpretar la vida para dibujar después con palabras las emociones y las historias que contamos. Por eso valoramos tanto que todos puedan disfrutar del sentido de la vista, aquí y en los países visitados por el infortunio, y nos entusiasma la labor que realizan quienes, como Maite Iradier, anteponen la solidaridad (qué palabra tan antigua y sin embargo tan hermosa) a la competitividad y el individualismo tan extendidos en estos tiempos confusos.
Mirar, observar, comprender... También leer. Algo aparentemente tan natural y no obstante tan milagroso. ¿Acaso no merece más reconocimiento quien realiza el prodigio que el prodigio en sí?
Hoy todo el mundo habla de solidaridad: la doctora Iradier y su equipo la practica. Con ellos estamos.